martes, 10 de noviembre de 2009

la familia es para tomar en pequeñas dosis

Hoy volvía de clase con un compañero y un amigo de este; mientras estábamos en el metro ha salido el tema de la familia en general y las nuestras en particular. Los tres hemos coincidido en que a veces la familia puede ser algo bastante intenso y que es aconsejable dejar un poco de espacio.

Pues bien, al llegar a casa me he encontrado con el ejempo más llamativo de mi afirmación anterior: mis padres que llevan cabreados con el mundo desde ayer (es que fuimos al ikea y a mi padre siempre le pone muy nervioso) y de un humor que ni Belén Estebán con polvos pica-pica en las bragas.

No sé si os pasará a vosotros también, pero yo cuando se presenta el ambiente cargadito me pongo muy nerviosa y tampoco es que esté el horno para bollos, porque menudo día he tenido con las clases, que entre que tengo un exámen de matemáticas el 30 y que en química no me entero he tenido un día completito y con fundamento, como diría Arguiñano, que no sé por qué le menciono ahora, porque no viene a cuento, pero es que yo bajo presión pierdo mi ya de por si escasa lucidez.

1 comentario:

  1. Hola hola!!! Me está gustando tu blog. A ver si nos traes más historias curiosas por aquí. Un abrazo.

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