Hoy no ha sido un día especialmente inusual, pero me han pasado algunas cosa que quiero compartir con vosotros. Lo primero y más importante es que estoy teniendo problemas con el blog, no consigo que se pueda acceder a través de google y esta mañana ya me estaba empezando a desesperar; he de añadir que el que mis conocimientos en informática sean más bien limitados no ha ayudado mucho a tranquilizarme. Ayer, en pleno subidón por la creación del susodicho, llamé a una amiga para que comprobara mi primera (e infructuosa) intrusión en el mundo de la blogosfera; y, al ver que el primer resultado obtenido al buscar ``estrella de cristal´´ era una página sobre Stars Wars, la decepción fue considerable. Yo, que había puesto tanta ilusión. Así que, rauda y veloz, me devané los sesos para encontrar qué era lo que fallaba. No hace falta decir que estaba en un callejón sin salida. No ha sido hasta hace unos minutos, al leer el correo, cuando parece que he dado con una posible solución: parece ser que el blog es demasiado reciente y todavía no está (palabras textuales) inexado a google. Muchas gracias por la respuesta del enigma, laura2. En resumen, que tantos intentos por comprender qué era lo que pasaba y al final sólo hace falta paciencia.
Esta mañana, después de mis peleas informáticas, me he asomado a la ventana para ver que tiempo hacía, descubriendo para mi sorpresa que ya empieza a refrescar. Después del mesecito de es-octubre-y-parece-agosto que hemos tenido por estas latitudes un poco de temperatura otoñal se agradece y, orgullosa, me he armado con una chaqueta de lana. Pero entre la calefacción del transporte público y la diferencia de temperatura entre este pueblito de la sierra madrileña y Madrid he llegado a clase practicamente sudando. Y es que ni después de seis años viviendo aquí me he acostumbrado a que en Madrid no hace tanto frío.
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